Prólogo
La casa hecha con granito y fuertes cimientos, ni la embestida violenta de las tormentas, ni los torrenciales aguaceros, ni los fuertes vientos podrán destruirla. Algunas personas han escrito la historia de mi vida y han representado como verdad lo que de hecho deriva de la ignorancia, error, o envidia; pero ellos no pueden agitar la verdad de su lugar, aun cuando ellos intenten hacerse creer por los demás.
En esta hora, cuando yo he encontrado ocasión y tiempo para escribir la historia de mi vida, yo prologo mi escritura presentando la siguiente oración a mi Creador y entonces continuar con este trabajo.
Oh Señor, Omnipotente en quien no hay debilidad, eterno en quien no hay transitoriedad; admirando Su trabajo así como Sus Juicios, el ser creado, por muy minucioso, no puede profundizarlos - sólo hasta una limitada extensión.
Es un secreto sutil que el ser humano, incluso después de mucha exploración, no puede saber lo que Usted sólo sabe: por qué en el pasado inmediato como bien se sabe Usted ha hecho que los etíopes, desde el hombre más ordinario hasta el Emperador, se hundan en el mar del dolor por un tiempo, y por qué Usted ha hecho que los italianos y su rey naden en el mar de la alegría por un tiempo.
Desde que cada criatura creada a Su imagen y a Su modelo no abandona la esperanza de que todo lo que le pide se hará para él hasta el día en que Usted separe el alma de su cuerpo, le suplicamos que Etiopía no se mantenga con su libertad extinguida y postrada debajo de un gobernante extranjero, donde la voz de la gente sea silenciada por el miedo; sino que Usted los salve en Sus obras de bondad, para que no se mantengan sus corazones oprimidos por haber sido privados de su gobernante Etíope que los estaba guiando hacia la civilización bajo un leve yugo y con alegría.
¡Oh Señor, morada de los exiliados, luz de los ciegos! Verdad y justicia son Sus tronos. Recíbanos a quienes hemos sido exiliados por causa de nuestra libertad, quienes hemos tenido que abandonar nuestro país por peligro de ser violentamente atacados. Orándole de esta manera a Usted no es por nuestra rectitud sino por Sus enormes misericordias.
Y ahora estoy sentado contemplando para escribir la historia de mi vida desde mis años 13 años de edad hasta este momento, en base a lo que Usted tiene forjado y me hace Su instrumento. Yo oro a Usted para poder llevar a cumplimiento Su voluntad.
Está bien para mí revelar en este prólogo la razón por qué he pensado escribir esto, aunque de Usted nada está oculto.
Primero, que Su nombre sea alabado por todas las obras que Usted hace, actuando de acuerdo a Sus deseos.
Segundo, cuando Usted hace a un hombre rico en los honores de este mundo y lo elige por encima de las demás criaturas, se debe saber que él es elegido no por sus méritos sino solamente por Su benevolencia y generosidad.
Tercero, en cada línea de esta historia, donde el nombre de otra persona es mencionado, no es por parcialidad o por hostilidad - excepto por un error - pero Usted sabe que estamos haciendo a nuestro corazón el juzgado para escribir sólo la verdad.
Cuarto, aunque no hay nada que no esté escrito en las Sagradas Escrituras, y si Usted me permite que escriba como he planeado, que nuestros parientes y nuestros hermanos que vendrán en el futuro tomen nota de lo que Usted ha dicho "…porque sin mi no podrán hacer nada..." y que sus corazones estén convencidos de que solamente con Su ayuda ellos serán capaces de hacer cualquier cosa.
Quinto, solamente si el hombre realiza sus tareas con su propia resolución y perseverancia consciente de ser Su herramienta, ya sea en tiempos de alegría o tribulación, debe saber que ha de trabajar en su innata habilidad y en la educación que ha adquirido, pues su responsabilidad no cesará incluso si actúa exclusivamente bajo la voluntad de otro hombre.
Sexto, cualquiera que sea la tarea, todos tienen que saber y convencerse de que se cumplirá en el momento y edad precisa y que será imposible realizarla sólo deseándola o precipitándose en cumplirla.
Yo oro a Usted de que todo esto esté en completo acuerdo con Su voluntad.