jueves, 25 de marzo de 2010

HAILE SELASSIE I: AUTOBIOGRAFIA - INTRODUCCIÓN

Introducción

CUALQUIER TAREA que pueda ser el hombre podrá empezarla pero no podrá completarla a menos que Dios lo sostenga y lo apoye. Si falla en lograr la tarea en la cual se ha fijado habiendo trabajado con lo mejor de su habilidad no será difamado llamándose haragán. Así Nosotros mismos en virtud de Nuestra descendencia, de la Reina de Saba y del Rey Salomón, desde entonces Nosotros aceptamos con confianza, en 1916, primero la regencia del reino etíope y después la dignidad Imperial, hasta este día, Nosotros hemos puesto lo mejor de Nuestra habilidad para mejorar, gradualmente, la administración interna para introducir dentro del país modos occidentales de civilización por medio del cual Nuestra gente pudiera alcanzar un nivel más alto; desde aquí que Nuestra conciencia no nos reprende.
En explicación de la noción "gradualmente": a no ser que sea por medio de halagar a un niño, y teniéndolo acostumbrado, no estará complacido si uno toma de él lo que él ha tomado con su mano. Cuando uno le da cualquier clase de comida a ese bebé no deseará comerla, a menos que uno se la muestre al niño y la deguste. A no ser que se le de leche u otra comida delicada hasta que le crezcan los dientes no podrá comerla aunque ellos le den pan o carne.
Y similarmente con la gente que sólo ha vivido por costumbres, sin aprender en la escuela, sin absorber conocimiento por oído e investigando y observándolo con sus ojos, es necesario acostumbrarlos, por medio de la educación, para abandonar hábitos por los que ellos han vivido por tanto tiempo, para hacerlos aceptar nuevos caminos - todavía no por métodos apresurados o crueles sino con paciencia y estudio, gradualmente y por un periodo largo de tiempo.
En 1908 el Emperador Menelik se cayó enfermo y tuvo que pasarse el tiempo en su casa; poco después este Ras Bitwada Tasama, el regente de Lidj Yasu, se murió de repente. Como consecuencia, Lidj Yasu quien había aceptado la autoridad para guiar al gobierno, fue por aproximadamente seis años bastante incapaz de echarse sobre sus espaldas la responsabilidad. Cuando yo mismo tomé esta responsabilidad, en 1916, fue necesario corregir el caótico abandono de estos completos seis años y comenzar con el trabajo que no había empezado todavía, es decir, introducir la nueva civilización. Yo me pasé el tiempo trabajando con lo mejor de mi habilidad, mientras mis propias ideas y la gente aficionada con las viejas costumbres (particularmente como estos tenían muchos partidarios) me apretaban como a una madera entre dos pedazos de hierro.
Hubo poco tiempo en el cual yo pude pasarme en conversaciones ociosas y haciendo las cosas que le dan a uno placer. Lo que fijé apropiadamente en términos de administración interior comenzó ya en una etapa más temprana, las innovaciones las cuales traje y tales aspectos de civilización inspirada por extranjeros que introduje en el país se encontraran en lo que sigue cada una en su lugar apropiado.
De vez en cuando, además de esto, Nosotros encontramos algunas dificultades internas así como también externas, qué se extendieron por nativos o por extranjeros y qué constituyeron obstáculos a Nuestro trabajo de innovación. Fue así esencial llevar a cabo todo pacientemente, para prevenir levantamientos, derramamientos de sangre y divisiones tribales. Yo era consciente, incluso antes de que tomara los asuntos del gobierno, que el levantamiento interno constituiría una contribución útil a los planes de nuestros enemigos.
Nos convencimos, particularmente por las políticas dirigidas contra Nosotros, que el corazón del enemigo estaba herido con envidia a causa de Nuestra escena de una constitución para fortalecer y consolidar la unidad de Etiopía, a causa de Nuestra inauguración de escuelas para muchachos y muchachas, a causa de Nuestra construcción de hospitales en los que la salud de Nuestra gente sería salvaguardada, así como en toda clase de otras iniciativas Nuestras en las cuales la independencia de Etiopía se ratificaría, no sólo en términos de historia sino en hechos reales. Por esta razón, mientras Nosotros tuvimos un gran cuidado en prevenir cualquier división entre Nuestra gente, Nosotros no deseamos tomar cualquier medida coercitiva que podría parecer opresiva a Nuestra gente.
Mientras Nosotros estábamos comprometidos en todos estos cautelosos trabajos y estábamos empezando a llevar a Nuestra gente en el camino a la civilización, Nuestro enemigo se alzó con violencia enviando a Nuestro país muchas tropas con modernos equipos así como numerosos aviones y tanques de guerra, rompiendo el convenio de las naciones y combatiéndonos con ametralladoras y artillería y con armas modernas mucho mas superiores en calidad y en cantidad a las nuestras. Nosotros dirigimos una petición a la Liga de Naciones, y con Nuestro corazón libre de pánico, Nosotros animamos a Nuestros ejércitos. Mientras nosotros resistimos firmemente y nos defendimos ellos vertieron toda clase de venenos y rociaron gases sobre nosotros qué fueron capaces de causar serios daños y qué son prohibidos por las leyes internacionales. Ellos lanzaron muchas bombas sobre nosotros e incluso bombardearon a los doctores de la Cruz Roja Internacional junto con sus equipos médicos y previnieron que aquéllos dañados por bombas y ametralladoras o sofocados con gases venenosos recibieran cura o atención médica.
Nosotros mismos combatimos por nuestra libertad en batallas como cualquier soldado ordinario y pasábamos revista a las tropas como cualquier otro funcionario. A causa de nuestra incapacidad para obtener un préstamo incluso para la compra de armas, Nosotros no teníamos un equipo adecuado para la defensa - excepto unas pocas armas modernas. Después de que nosotros habíamos resistido con lo mejor de nuestra habilidad con armas mas viejas, nosotros no fuimos derrotamos de momento de ninguna manera vergonzosa. La razón por qué Nosotros volvimos a Addis Ababa y por qué Nosotros partimos de Addis Ababa para ir al extranjero y todas las otras tales materias serán encontradas en lo que sigue en su lugar apropiado.
Por consiguiente, nosotros recordaremos, confiadamente y seriamente, a todos aquéllos que son sujetos etíopes a persistir incesantemente, esforzándose con lo mejor de su habilidad, en el estudio del pasado de Etiopía desde las etapas más tempranas de la historia para que la libertad de ella no sea extinguida completamente en el futuro, particularmente por como nuestro país Etiopía está ahora siendo colmado por peligros que dan lugar a la ansiedad por su independencia; y Nosotros insistiremos igualmente a todos aquéllos que no son etíopes, pero que odian la agresión y aman la verdad y la justicia, a no detener su apoyo por la causa de la libertad de Etiopía, la gente es grande por su consejo y los sacerdotes por sus oraciones.
HAILE SELASSIE I Emperador de Etiopia.Bath, Inglaterra. Escrito en febrero de 1937
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2 comentarios:

Roy dijo...

IRIES
No saben donde se puede conseguir este libro en español??
JAHguía

Diego Ledesma dijo...

blessed love: este libro no esta en español. bendciones!