Y todas sus riquezas libremente son mías;
Aquí brilla sin oscuridad un día dichoso,
Porque todas mis noches ya han pasado.
*
Oh la Tierra de Beulah, la dulce Tierra de Beulah,
Como en la montaña más alta yo me levanto,
Yo veo a lo lejos del otro lado del mar,
Donde mansiones se preparan para mí,
Y veo la orilla brillante de gloria,
Como en la montaña más alta yo me levanto,
Yo veo a lo lejos del otro lado del mar,
Donde mansiones se preparan para mí,
Y veo la orilla brillante de gloria,
¡Mi Zion, mi casa para siempre!
*
Mi Salvador viene y camina conmigo,
Y una dulce comunión aquí nosotros tenemos;
Él me lleva gentilmente de Su mano,
Y una dulce comunión aquí nosotros tenemos;
Él me lleva gentilmente de Su mano,
Por las orillas de Zion.
*
Un perfume dulce en la brisa,
Se lleva desde siempre en los árboles vernales,
Y las flores que nunca se marchitan crecen
Se lleva desde siempre en los árboles vernales,
Y las flores que nunca se marchitan crecen
Donde la corriente de la vida fluye para siempre.
*
Los céfiros parecen flotar para mí,
Sonidos dulces de melodías de Zion,
Como ángeles una multitud con túnicas blancas
Se unen en la dulce canción de redención.
Sonidos dulces de melodías de Zion,
Como ángeles una multitud con túnicas blancas
Se unen en la dulce canción de redención.
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NEGUS EMMANUEL I SELASSIE JAH RASTAFARI
(Isaías 62) 1 Por amor de Zion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. 2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. 3 Y serás corona de gloria en la mano de JAHOVIA, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. 4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beulah; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.