jueves, 31 de diciembre de 2009

OH LA TIERRA DE BEULAH

Yo he alcanzado la tierra del maíz y el vino,
Y todas sus riquezas libremente son mías;
Aquí brilla sin oscuridad un día dichoso,

Porque todas mis noches ya han pasado.
*
Oh la Tierra de Beulah, la dulce Tierra de Beulah,
Como en la montaña más alta yo me levanto,
Yo veo a lo lejos del otro lado del mar,
Donde mansiones se preparan para mí,
Y veo la orilla brillante de gloria,
¡Mi Zion, mi casa para siempre!
*
Mi Salvador viene y camina conmigo,
Y una dulce comunión aquí nosotros tenemos;
Él me lleva gentilmente de Su mano,
Por las orillas de Zion.
*
Un perfume dulce en la brisa,
Se lleva desde siempre en los árboles vernales,
Y las flores que nunca se marchitan crecen
Donde la corriente de la vida fluye para siempre.
*
Los céfiros parecen flotar para mí,
Sonidos dulces de melodías de Zion,
Como ángeles una multitud con túnicas blancas
Se unen en la dulce canción de redención.
*
NEGUS EMMANUEL I SELASSIE JAH RASTAFARI
(Isaías 62) 1 Por amor de Zion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha. 2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará. 3 Y serás corona de gloria en la mano de JAHOVIA, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo. 4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beulah; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.